Mi amada Venus de Arles, aquí estoy esperando a que vuestros ojos se fijen en mi apolíneo cuerpo, pero pasan los días y no aparecéis. Todos se detienen ante mí, para deleitarse con mis atributos masculinos, pero no me importan sus palabras ,ni sus lascivas miradas ,ya que solo pienso en teneros cerca de mí
Ha llegado a mis oídos que otros suspiran por vos, pero mi corazón me dice que vos suspiráis por mis huesos. Me han dicho que pensáis que soy un descarado por posar así desnudo, acaso no sabéis señora mía que yo David represento la perfección humana y como tal mi cuerpo debe ser admirado limpio de ropajes.
Me han contado que vuestros pechos lucen para el agrado de todos exentos de túnicas que los cubran, lo que produce en mi una excitación lujuriosa que disimulo sosteniendo en mi mano una honda.
Por favor amada mía dadme una respuesta a esta angustia que me corroe y no me deja vivir, o temo cometer una tontería fijándome en otra que no seáis vos.
Aquí estoy mi amado David ,dispuesta a responder a vuestra angustia ya que me han comunicado mis doncellas que os impacientáis ante mi silencio y amenazáis con fijaros en otra , lo que por otro lado no puedo impedir que hagáis ,ya que miles de años nos separan , pero no temáis que si vos queréis ,yo también quiero responder a ese amor
No importan
los años ni la distancia mi amada Venus de Arles cuando el amor que os profeso es limpio y puro.
Hola, Puri, muchas gracias por tu participación en el microrreto del Tintero. Estaba claro que David tenía que estar enamorado de una estatua similar, así lo demuestra tu relato, jeje. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Pronto te has puesta a la faena y el resultado ha sido excelente.
ResponderEliminarBesos.
Hola Puri, David y Venus, sinceramente estás dos estatuas que lucen en el Louvre, cuando las ves de cerca es como si quisieran hablarte, como si girasen el rostro por pudor. Es la sensación que me dió cuando visité el museo. Tú micro te ha quedado genial. Un abrazo
ResponderEliminarNo has podido reflejarlo mejor. Te quedó brillante.
ResponderEliminarUn beso.
Cierto estas estatuas deben querer ser mucho mas familiares entre ellas, y asi desnudas como que deben ser muy honestas entre ellas
ResponderEliminarA veces el arte nos habla más allá del mármol y las palabras. Tu relato me hizo sentir que el amor, aunque inmóvil y distante, puede vibrar con fuerza en el silencio. Me conmovió imaginar a David y Venus como dos almas atrapadas en el tiempo, deseándose sin poder tocarse. Qué hermoso recordatorio de que el deseo no conoce fronteras, ni siglos, ni materia. Gracias por encender esta chispa de ternura y pasión en medio de la piedra. Abrazos desde Venezuela
ResponderEliminarTal para cual, hermosos y hermanados en la admiración y en el amor. Cuerpos de piedra y corazones humanos.
ResponderEliminarUn beso, Puri.