Que era un ser excéntrico lo sabía
desde aquel día en que decidió romper con todo para cambiar por
completo y hacerle caso a su otro yo.
Aquella etiqueta le perseguía allá
donde iba, eso que los hechos por los cuales se la habían puesto
sucedieran hacía mas de 20 años cuando era un imberbe aprendiz de
hombre. Trató por todos los medios a su alcance de deshacerse de
todo lo relacionado con lo sucedido aquel fatídico día, sus padres
y amigos le ayudaron en el proyecto pero nada había dado resultado.
Empezaron por decir a todos los que desconocían los hechos ,
que no fuera algo preconcebido ,ni pensado serenamente , la cosa había
sido fruto de su bisoñez y de su falta de sesera .
Todo empezó de adolescente cuando se
pasaba las tardes del fin de semana metido en el cine en lo que se
llamaba sesión continua viendo películas de monstruos
—¿Otra vez por aquí ?, le preguntaba
el acomodador , esto ya es vicio
— Y a usted que le importa- le
respondía con energía -yo con pagar mi entrada no le hago daño a
nadie
—Yo lo decía porque te pasas todo el
tiempo aquí en lugar de estar por ahí correteando con tus amigos o
buscando novia que ya estás en la edad
—Aquí estoy mejor ,así no me
persiguen las niñas
—No será para tanto chaval
—Y usted que sabrá, yo se lo que me
digo , así que déjeme en paz
Así fueron pasando los meses y los
años y dejó de ser un imberbe chaval para convertirse en todo un
gentleman acosado por las mujeres. En la discoteca era el rey de la
pista ,eso que nunca había ido a clases de baile
—Tengo que hacer algo que me permita
deshacerme de ellas, estoy harto de sus insinuaciones, que si una me
pide el teléfono, otra que si voy al gimnasio y nos vemos a la salida,
otra que para cuando ese café, otra que lo nuestro tiene futuro,
pero que futuro ni que niño muerto , lo que quiero es que me dejen
en paz, quiero ser yo mismo y si tengo que poner fin a todo esto lo
pongo y asunto arreglado.
Pidió ayuda a sus amigos y familiares,
y todos le decían que era un privilegiado, que otros en su puesto
estarían encantados.
Cuando llegó la hora de empezar a trabajar al entrar el primer día en
la oficina , ocurrió todo como lo que había pensado.
Harto de aquella situación decidió ir a la policía a
denunciar el acoso de sus compañeras de trabajo y las risas del
agente que le tomaba nota le hizo desistir de seguir adelante.
Un día vio un anuncio en la prensa que
decía: si quieres ser otro ven y te cambiamos la cara ,no te
conocerá ni la madre que te parió, podemos convertirte en un
monstruo o en un adonis.
Sin pensarlo dos veces fue a consultar
su problema y cuando le expuso lo que quería, el especialista no daba
crédito y su respuesta fue la esperada
—No se preocupe pase y póngase
cómodo , que aquí le daremos la solución que usted está buscando
Al salir de la clínica y verse en el espejo fue directo a
su casa para comprobar si era cierto todo lo que prometía el
anuncio.
—Hola mamá ,
—¿Quién es usted, ?aléjese o llamo
a la policía
La cosa había dado resultado, era un
desconocido para todos eso le permitiría ir de incógnito por la
vida y ser libre.
—Mamá soy yo tu hijo! He cambiado
ahora soy otro.
—Hijo tú lo que eres es un excéntrico
y punto, responde la madre atónita, como vas a ir por la vida con esa cara y esa ropa si
pareces un monstruo.
—Eso es lo que decía el anuncio y
gracias a ellos seré otro.
—Que tonterías dices hijo, a quien se el ocurre , la culpa de todo esto la tiene el haber visto tantas películas de monstruos
Desde entonces aquella etiqueta la
llevaba a cuestas con resignación , el único
consuelo fueron las palabras de su abuela el día que fue a visitarla
y le contó lo sucedido
—Lo que dicen sobre ti son
paparruchas, tú no hagas caso, si así eres feliz , todo lo demás
no importa.
—Feliz, lo que se dice feliz abuela de momento no lo sé, lo que si se es que soy diferente a como era y eso es lo que buscaba.