Era nuestro ultimo día de colegio y sin mirar atrás salimos las tres corriendo hacia el prado para reunirnos con mi abuela que estaba cuidando el ganado
Susi era la más pequeña y Lola la mayor, yo que tenía la misma edad que Susi me llamaban la peque porque era bajita y poca cosa.
Todas estaban contentas menos yo , mi madre se había empeñado que para el siguiente curso tendría que ir a estudiar a la ciudad para así ser una mujer con estudios , no como ella y la abuela que poco mas sabían que leer y escribir.
En aquella familia formada por mi abuela , mi madre y yo faltaba mi padre que después de nacer yo ,se fue a trabajar a Cuba para mandar dinero y que no nos faltara nada , la cosa fue que el dinero lo mandó los primeros meses pero luego no se supo mas de él, la malas lenguas del pueblo decía que se había enamorado de una cubana y que no volvería . Mi madre desde ese momento se visitó de negro y se convirtió en viuda de un vivo.
Para sacar adelante la familia mi abuela trabaja el campo y cuidaba del ganado mientras mi madre trabajaba limpiando en la casa del alcalde.
Cuando mis amigas se enteraron de que iría a estudiar a la ciudad decidieron que podíamos irnos a vivir al bosque y allí nadie nos encontrarían , Susi sabía de unos leñadores que tenían una cabaña y que allí guardaban comida , estaríamos escondidas hasta que llegara el día devolver al colegio y así tendría que quedarme en el pueblo. La idea nos pareció bien a todas pero mientras no llegaba el día pasamos el verano correteando por los prados acompañando a mi abuela con el ganado.
—Nenas vigilar que las ovejas no se extravíen por el prado por si viene el lobo, mientras yo ordeño las vacas , coger a Sultán para que os acompañe
—De acuerdo abuela
Salíamos por el prado las tres llamando a las ovejas para que no se desperdigaran mientras Sultán no paraba de ladrar.
Llegada la noche después de recoger el ganado nos íbamos cada una para su casa hasta el día siguiente. Aquella noche cuando llegué a casa vi a mi abuela sentada sin levantar la vista y pude oír como mi madre lloraba en la habitación.
—¿Qué pasa abuela, porque llora mamá?
—El alcalde la echó del trabajo
—¿Porqué?
—Porque no hizo lo que él quería, cuando seas mayor lo entenderás.
Salí corriendo y fui a la habitación , me abracé a ella y entre sollozos me dijo que no podía pagarme los estudios en la ciudad ya que no teníamos dinero.
Le respondí que no importaba que estudiaría en el pueblo y llegaría a ser una mujer importante como ella quería.
Al día siguiente les conté a mis amigas lo que había pasado y juntas decidimos abandonar la idea de marcharnos a vivir al bosque.
Los años fueron pasando y aquella familia compuesta por tres mujeres consiguieron con mucho esfuerzo y sacrificio salir adelante gracias al duro trabajo del campo. La amistad entre Susi, Lola y yo, se mantuvo en el tiempo y entre las tres llevamos a cabo nuestro gran sueño que fue convertir aquella cabaña de leñadores en una casa rural.
Muchas gracias, Puri, por participar con este relato en el homenaje a Delibes. Un abrazo.
ResponderEliminarQué dura la vida de la mujer en el campo y más si eran viudas. Menuda pieza el alcalde...Ojalá la protagonista alcanzara su sueño. Un abrazo!
ResponderEliminarUn relato emocionante y muy bueno.
ResponderEliminarY siempre es hermoso recordar a Miguel Delibes.
Mucha suerte.
Un beso.
Oooh, que buen final , e inesperado!!
ResponderEliminarLa dura vida del campo, aún puede seras dura si los habitantes ayudan. Y más si son los poderosos.
Espero que la abuela disfrutara de la ilusión de su nieta. que disfrutó y contribuyó la madre, no lo dudo.
Abrazooo y suerte
Hola, Puri, una historia tierna y con final feliz y sorprendente. Qué pena lo sucedido con la madre de la protagonista y que luego digan de la mujer, en fin. Una tierna historia muy bien contada.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Que lamentables esos personajes, que no son realmente importantes ni seductores. Y lo que hacen es arruinar, dificultar proyectos de las mujeres que le dicen que no.
ResponderEliminarPor lo menos, la protagonista y sus amigas lograron algo.
Un abrazo.
Muy buena tu participación como homenaje al maestro don Miguel Delibes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un relato muy agradable de leer, entrañable y que nos muestra la inocencia de los niños y la lucha y superación del ser humano ante situaciones adversas. Bien ambientado, me gustó como presentas el medio rural. Saludos.
ResponderEliminarUna prosa muy querible, tiene la ternura y la nostalgia de esos tiempos vividos de la niñez, con sus problemas y sus alegrías. Está muy bien descrito el entorno, la redacción lleva al lector a sentirse dentro de ese ambiente siendo un espectador cercano de todo lo que pasa.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Hola Puri, en tu relato se demuestra lo dura que es la vida de la mujer en el campo y mas cuando se esta sola que otros intentan aprovecharse, dura fue sus vidas pero esta les premio saliendo adelante y triunfando.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato y mas aun con este final tan bonito, felicidades Puri.
Besos.
¡Olé! Qué empatía siento por el argumento. Me encalabrina lo del hotelito campestre. Tengo Fe en Ellas.
ResponderEliminar¡Has estado magnífica🎓
Me ha gustado la expresión "viuda de un vivo", que define la situación perfectamente! El perro de las protagonistas, "Sultán" me ha recordado al perro pastor alemán, de unos tios mios del mismo nombre! Pues me gusta la el final de la historia q
ResponderEliminarPerdón, se me publicó antes de acabar! Quería añadir que me gustó el final de la historia porque da a entender que las mujeres pueden salir adelante con su esfuerzo, aunque algunos hombres las abandonen o quieran aprovecharse de ellas, siempre hay que buscar el camino. Y que para triunfar y cumplir los sueños no hace falta ir a la ciudad a estudiar, siempre hay una manera! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
EliminarViuda de un vivo, ¡cuántas viudas así hubieron en aquella España de antaño!
ResponderEliminarLo has contado, Puri, en un tono seguidito, coloquial, sencillo, cómo quién halba sin pensarlo mucho, con la verdad por delante. Me ha gustado mucho el tono, sin darle demasiado importancia a las (no sé si decir penurias, porque la niña parecía feliz), pero sí las carencias o posibles carencias que probablemente tendría la chiquilla. Lo que se refleja, es que la niña no quería estar en otro lugar salvo en el lugar que estaba, y si eso no es la esencia de la felicidad, pues no sé yo que carajo es ser feliz.
Me ha encantado, Puri. Mucho.
Hola, Puri. Bonito final para una historia triste que, por desgracia, tiene poco de ficción para muchas mujeres que crecieron en entornos rurales. Me ha gustado mucho la expresión "viuda de un vivo"; dice tanto en tan pocas palabras... Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarQue bonita y entrañable me ha resultado esta historia. Nunca se sabe como se va a desarrollar la vida de cada cual, como en esta ocasión, que al final resultó muy bien para las tres amigas.
ResponderEliminarMe ha encantado Puri, es una estupenda participación.
Un cálido abrazo y suerte.
Una historia redonda y preciosa en esa ambientación de las niñas, con su inocencia de esconderse... Un final feliz, de esfuerzo y sacrificio, pero completamente realista. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo!