Eran una familia feliz, ese era su anagrama y siempre presumían de ello. La madre una importante empresaria de mucho prestigio estaba siempre pendiente de sus redes sociales , el padre siempre atento a lo que de él se decía en las redes sociales, el hijo mayor buscando amigas en las redes sociales con las que pasar un rato divertido, la hija del medio atenta al nuevo baile de tick-tock para bailar con sus amigas a través del móvil, el hijo pequeño para que no molestara al resto de la familia le ponían vídeos desde el móvil ,que para tal uso habían comprado entre todos.
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Al abuelo Pablo viudo desde hacía cuatro años, su hijo le había hecho un perfil en una red de contactos para buscar una mujer que le acompañara, ya que estaba muy solo y él no tenía tiempo para estar con su padre.
La abuela Inés divorciada desde hacía 10 años aconsejada por su hija , ya que ella no tenía tiempo libre para hacerle compañía, se buscó un hombre para llenar su soledad a través Facebook y ahí estaba luchando para encontrarlo.
Hola, Puri, pues vaya familia, el único que era feliz, por lo que se ve, era el perro, ajeno a las redes sociales, libre porque nadie le hacía caso y que se buscó su apaño de la mejor manera que puede conocer un perro: saltando la verja... Por desgracia, me parece que esa es la realidad, hoy en día, de muchas familias. Espero que sea una moda y pase pronto.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.
Un abrazo. :)
Con familias como la que nos describes, creo que nos acabaremos extinguiendo Puri. El único que se salva es el perro.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Puri, sin duda alguna el que mejor vive la vida de esa familia es Napoleón, bravo por él.
ResponderEliminarUn saludo!
Sin dudas la vida actual de muchas familias, las redes, las pantallas lo invaden todo, al final creo que el más feliz es Napoleón, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Felicidad cogida con alfileres.
ResponderEliminarBuen relato, Puri.
Un abrazo.
Has hecho una caracterización perfecta de las familias actuales, qué terrible que todos estén así, pero si la mano humana no las encienden, las pantallas solitas no se encienden. Muy buen relato. Rosana
ResponderEliminarHola guapa. Que relato más estupendo donde las redes llevan el protagonismo de una familia que no se relaciona con personas que les rodean, porque claro, no tienen tiempo... qué pena, porque se acerca mucho a la realidad de hoy día.
ResponderEliminarMe encantó Puri.
Espero hayas pasado un verano estupendo.
Un abrazo grande.
Hola Puri, has descrito la vida misma de hoy en dia, personas que se sientan en la misma mesa y solo estan pendientes de los moviles, muy triste la verdad, el unico que sabia disfrutar de la vida y compañia era el perro, buen relato.
ResponderEliminarBesos.
¡Menuda familia! Al final, el perro parece el único sensato. Un micro desenfadado que muestra muy bien el modo en que las redes nos absorben. Estupendo, Puri.
ResponderEliminarHola, Puri. Muy realista la situación familiar que muestras, menos mal que el perro aún sigue las normas de la naturaleza. Me gusta el nombre que has elegido para la parejita de canes. Un biquiño.
ResponderEliminar¡Hola! ¡Bravo por Napoleón! :D :D él si que sabe. Muy buen y certero aporte.
ResponderEliminarSaludos. AlmaLeonor_LP
Que relato mas real Puri, como nos descuidemos y aún sin hacerlo las redes nos comen poco a poco, los animales en este caso Napoleón dan toda una lección a sus dueños.
ResponderEliminarUn Abrazo
Así pasa Puri, al final los que llevan las vidas más normales, son las mascotas, mientras los humanos perdemos media vida con los aparatos electrónicos en mano. Me gustó tu propuesta. Saludos.
ResponderEliminarHola Puri! Nos describes una realidad actual y el impacto que tienen las redes sociales en nuestras vidas.
ResponderEliminarEn esta familia Napoleón es sin duda el más feliz!
Me encanta tu historia.
Un gran abrazo.