DAÑOS COLATERALES

Los invitados comieron y bebieron según los cánones del momento, las discusiones iban en aumento y la paz parecía estar ausente.

—Alguien quiere postre -pregunta la anfitriona.- tengo fruta variada y dulces del momento

Cada uno fue pidiendo según sus apetencencias y una vez terminaron se sirvieron los cafés y los licores.

Foto de Internet

—Cariño, quieres mas fruta, sobraron  manzanas que tanto te gustan – dijo la mujer mostrando una de ellas

—No gracias prefiero tomar el café

—Yo si quiero – dijo Tomás su cuñado al tiempo que cogía la manzana.
—Esa no, que está demasiado madura,  responde la mujer elevando la voz,  mientras le ofrece otra que tenía en el frutero

—No importa me gustan así

—Esa era para mi, deberías coger otra, no vaya a ser que esté envenenada, comenta el marido con una sonrisa .

Se escucharon murmullos de los demás invitados mientras el hombre haciendo caso omiso mordía con ansia en la manzana.

La velada continuó entre juegos de mesa en los que participaron todos hasta altas horas de la noche.

Una vez solos en la habitación el anfitrión le pregunta a su mujer

—¿Cariño tenías pensado envenenarme?

—Tendrás que preguntárselo a tu cuñada que fue ella la que compró las manzanas.

Al día siguiente la noticia corrió como la pólvora: Un hombre muere envenenado tras ingerir una manzana. La policía sospecha de su mujer ya que ésta fue la que las adquirió, según afirma la anfitriona.