Su
abuelo al morir le dejó en herencia una pequeña barca en la que
muchas veces habían ido de pesca los dos. Al bajar al muelle y verla
allí anclada esperando por él fue como recibir un tesoro. Salió corriendo a buscar a sus amigos Rick y Santi, para ir a
navegar rumbo a lo desconocido. Al enterarse su madre le dijo que
tuviera cuidado y que volviesen pronto que el mar es muy peligroso.
—No
te preocupes mamá , seguro que encontraremos por ahí alguna isla perdida.
—Deja
de decir tonterías Toni , por aquí no hay islas perdidas
Decididos
subieron a la barca y salieron a navegar. Ninguno de ellos tenía
nociones de navegación pero aún así cogieron los remos y
emprendieron la marcha.
Transcurridas
unas horas el cansancio hizo mella en ellos y decidieron dejarse
llevar por las olas. Sin saber como apareció ante su vista un
pequeño islote y decidieron llegar hasta allí .
—¡¡¡Coger
los remos y enfilemos hacia nuestro destino!! – grita Toni levantado
los brazos – grandes tesoros nos están esperando
—A
ver si es cierto y nos hacemos ricos ja ja ja ja – responde Rick al
tiempo que invita a Santi a remar .
—¿Y
como se llama este islote? pregunta Santi,
—No
seas tan matemático chico, le responde Toni, lo bueno es que la
aventura nos está esperando.
Una
vez que llegaron a la playa consiguieron subir la barca hasta la arena
, la dejaron allí varada y emprendieron la marcha
—Parece
que no hay nadie por aquí, comenta Santi , voy a ver si consigo
saber donde estamos .
Transcurridos
unos minutos detiene su paso y se enfrenta a sus compañeros
—¡¡Chicos
aquí no hay cobertura, estamos en medio de la nada.!!
—¿Qué dices, has visto bien?
Al
momento los demás cogieron sus móviles para buscar su ubicación y
atónitos comprobaron que era cierto.
—Podemos
dar una vuelta por aquí a ver si hay alguien, de lo contrario
regresamos .
Abandonaron
la playa y se fueron adentrando entre los matorrales
—Mejor
que vayamos con cuidado , no sabemos que podemos encontrar –
comenta Santi-
Fueron
caminando en silencio y de repente oyeron unas voces. De puntillas
se fueron acercando y a lo lejos vieron un grupo de hombres con una pinta no muy buena .Uno de ellos tenía una pata de palo, otro un parche en
un ojo y el tercero un garfio en una mano.
—¡¡
Piratas !! exclamó Santi, yo me voy de aquí.
—Venga
no seas cobardica, como van a ser piratas si estamos en el siglo XXI
y baja la voz a ver si te van oír, le responden sus amigos.
—Pero
no lo veis, son piratas, la pinta lo dice todo, seguro que están
aquí buscando un tesoro escondido.
—Que
tesoro ni que niño muerto, seguro que les paso como a nosotros se
quedaron aquí tirados y están esperando a que alguien venga a
buscarlos, venga vamos a hablar con ellos.
—No , mejor seguimos aquí espiando a ver que hacen.
El
tiempo fue pasando y todo seguía igual aquellos tres hombres con no muy buena pinta, seguían hablando no se sabía de qué, ya que era
imposible oír sus voces. Al momento vieron como dos hombres cargados
con unos baúles se acercaban al grupo donde estaban los otros tres y se ponían hablar al tiempo que abrían uno de los baúles .
—¿Chicos
que habrá en esos baúles?
— No
subas la voz a ver si nos van a oír
—Tranki,
que ellos están a lo suyo y no se imaginan que haya nadie espiando
No
se sabe bien porque pero al momento se estableció una batalla campal
entre ellos al grito de “no nos robareis lo que es nuestro “ se
cruzaron espadas y puñales al viento hasta acabar con todo
—Mirad, mirad como se matan entre ellos..
Al
ver que no quedaba nadie vivo decidieron acercarse al campamento y
una vez allí para su asombro comprobaron que estaban todos muertos.
—Que
tipos tan raros, que harían en aquella isla , comenta Santi
—Está
bien claro , responde Toni, contrabando
—¿Y
para eso necesitan vestirse de piratas?
— Es
para meterse en el papel de contrabandista je je je , responde Toni
Decidieron
echar un vistazo por allí y de paso hurgar en el interior de
aquellos baúles que habían sido los causantes de aquella matanza y
comprobaron que contenían joyas y monedas de oro.
—¿Y
ahora que hacemos? pregunta Rick
—Cada
uno que apañe lo que pueda y nos vamos.
—¡¡ Dejad eso ahí bellacos !!, si no queréis que os atraviese con mi espada
—Despierta
hijo que tenemos que ir a la lectura del testamento del abuelo, a lo
mejor te dejó la barca que tanto de gusta para ir a pescar sardinas. Venga
vamos ….
—Yo
no quiero saber nada de ninguna barca uff que mal sueño.