INTERCAMBIO DE PAPELES

Aquella fría tarde de invierno descubrió que toda su vida al lado de aquel hombre había sido una farsa, la nota encontrada en el bolsillo de su pantalón lo había delatado.

El era una persona  metódica en todas sus cosas, pero aquellas palabras escritas lo evidenciaban  todo.
 Las leyó varias veces con lágrimas en lo ojos y para dar mas veracidad al hecho lo hizo de viva voz:

—Añoro tus manos cuando con ellas me rozas, me hablas y acercas tu cara a la mía buscando mis labios sedientos de amor, cuando con ellas escribes en mi espalda palabras llenas de pasión.

Secó sus lágrimas ya que él estaba a punto de llegar y no quería que la viese así.

—Cariño ya estoy en casa.

Se acercó a ella y le dió un frío beso de compromiso.

—Mañana no vendré a comer, tengo reunión en la oficina.

—No te preocupes, comeré en casa de mi madre.

El resto del día transcurrió dentro de la monotonía establecida por los dos.

Al día siguiente cuando él buscó en el bolsillo el papel pudo leer:

—Te perdí cuando ya no existías en mi vida, te busqué después y me perdí en una agonía de pasos dados sin rumbo, por ello  quiero decirte que todo lo que  tú lado viví : la ilusión , la dulzura, el amor, el cariño; no lo quiero ir a buscar. Me voy pero te digo una cosa; no me busques porque yo no te quiero encontrar.