NO ES LO QUE PARECE

Entró en el local como todas la noches con sus mejores galas,  vestido rojo ajustado y tacones que le martirizaban los pies. Saludó a sus compañeras y buscó asiento en la barra.

El camarero con camiseta de algodón marcando pectorales y deportivas le pregunta:

—¿Que tomas hermosa?

— Lo de siempre

Al otro lado de la barra ,un hombre con gabardina y zapatos negros  sostiene en sus manos un vaso al que tan solo le quedan dos cubitos de hielo, exclama:

—Camarero otro de estos , señala refiriéndose al inexistente contenido del vaso con evidentes signos de embriaguez.

—Marchando señor

La mujer viendo un posible cliente se acerca y con su mejor sonrisa le dice:

—¿Quieres que hablemos?

Imagen de Internet

—Vale, pero que sepas que  tomaré  lo que yo quiera, responde un poco altanero.

—Me parece bien y de que quieres que hablemos, de política, de fútbol, o del amor.

—No, del amor no por favor

—¿Tan mal te va ?

—Me iba bien, pero ahora ya se acabó.

La mujer comprueba el estado de nerviosismo del hombre y observa como en la camisa hay unas diminutas manchas rojas que podrían ser de sangre. Disimuladamente se acerca y le dice porque no se quita la gabardina a lo que el hombre acepta.

Sin darse cuenta al quitársela se le cae del bolsillo  un pequeño cuchillo que recoge de forma rápida

—¿Y eso ?

— Es una de mis armas de trabajo.

La mujer sin querer dar importancia a lo que acaba  de ver continúa hablando.

—¿ Y que pasó con tu chica?

—Me dejó por otro más importante que yo.
—¿Y no la has vuelto a ver?
—  No, porque donde está no se puede visitar

—¿Qué me dices,pero donde está?
—En un convento de clausura.

La mujer atónita aleja de su mente sus malos pensamientos y con su mejor sonrisa le pregunta.

—¿ Y en que trabajas ?

—Soy carnicero en el mercado central.