LA BOTELLA

 Le gustaba ser la primera en llegar a la playa para zambullirse en el agua sin apenas gente a su alrededor, era algo que llevaba haciendo todos los veranos en aquel pueblito de la costa al llegar las vacaciones Aquella mañana después de dejar sus enseres playeros en el chiringuito del que era cliente habitual , se fue directa al agua y nada más entrar tropezó con algo que estaba incrustado en el fondo.

—Que es esto -se pregunta mientras se agacha y lo coge- anda una botella y parece que tiene un mensaje . Temiendo que alguien pudiera verla , disimuladamente la sumergió de nuevo a la altura de sus pies y sin moverse de allí, pensó como podría extraer el papel que estaba dentro sin llamar la atención de los bañistas que ya empezaban a proliferar.

A lo lejos una voz infantil la distrajo de su ensimismamiento

—Mamá, mamá mira encontré una botella con un mensaje

—A ver trae y lo leemos

—¿Qué dice mamá ?  insiste el niño

—Primero tendremos que romper la botella para extraer el papel y luego lo leeremos, ya está ves, responde la madre después de romper la botella contra una roca

—  ¿Qué dice, que dice.?....

—Nada hijo , es un anuncio de un refresco

—Que mal, yo pensé que era el plano de un tesoro, responde el niño enfadado.

Después de escuchar aquello ,decepcionada salió del agua sin hacer caso a la  botella que tenía bajo sus pies  y se fue derecha al chiriguinto a pedir una cerveza.

Pasado un rato volvió a escuchar la voz de niño .

—Mamá ... mamá... mira otra botella, esta es diferente, es azul

Desde su posición, pudo apreciar que aquella sí que era su botella pero decidió no prestar atención al asunto  y después de pagar su consumición se marchó.

Al día siguiente al ir a supermercado pudo escuchar a un grupo de mujeres hablando de algo relacionado con una botella encontrada en el mar , se acercó y preguntó:

—¿Qué pasó , de que habláis?

—Que ayer por la mañana una vecina y su hijo de siete años encontraron una botella azul sumergida en el fondo del mar con varios billetes de 500 euros dentro enrollados y una nota diciendo que el dinero sería para quien la encontrara.

—Que suerte tienen algunas , responde  al tiempo que se dirige a la caja para pagar.

Esa era mi botella pensó, pero poco podía hacer para demostrar que ella había sido la primera en encontrarla.