ENTRE DIOSES ANDA EL JUEGO

 Todas las noches mi madre a la hora de ir a la cama me dice que se va a dormir en brazos de Morfeo , cosa que no entendiendo ya que mi padre se llama Pepe. No me imagino a mi madre en la cama  en brazos del señor  Morfeo mientras mi padre ronca tranquilamente a su lado. Con esa incógnita en mi cabeza fui creciendo y no me atrevía a preguntar la respuesta.

Un día al salir del colegio hablando con mis amigas me enteré que el tal Morfeo no era un señor como mi padre ,al parecer era un dios de esos raros para los que no hace falta ir a misa los Domingos, ni rezarle antes de dormir , me dijeron que era un dios que te ayudaba  a tener buenos sueños.

Al llegar a casa escuché de casualidad a mi padre hablando por teléfono con una tal Afrodita y por la forma en como le hablaba ...me hizo sospechar que algo andaba mal con mi madre: que sí cariño, que pronto nos vemos y hablamos de lo que quieras, tranquila.

—Papá eso no esta bien¿ no irás a dejar a mamá por esa tal Afrodita?

—¿Qué dices hija? Te tengo dicho que no escuches las conversaciones de los mayores, tú no entiendes, anda ve hacer los deberes.

—Ya ,ya.. tú y mamá pensáis que soy tonta... ella con Morfeo y tú con Afrodita, y yo mientras qué, no me gustaría ser como mis amigas del colegio , la hija de unos divorciados.