UN DETECTIVE MUY PECULIAR

Estaba orgulloso de si mismo, al final y en contra de todos los pronósticos lo había conseguido ,ya era oficialmente un detective privado y así lo hacia constar su tarjeta .”Julián el detective mas legal”

Lo más difícil venía ahora, conseguir un caso importante que lo elevase al olimpo de los detectives privados

Por un casual de estos que aparecen una vez en la vida se topó de narices con el primer cliente en el ascensor

—¿Buenos días a que piso?

—Al sexto

—Que casualidad yo voy al mismo, soy detective privado y tengo allí mi oficina, puerta C para lo que usted necesite, aquí tiene mi tarjeta.

—Gracias - responde el hombre guardando la tarjeta - pero no creo que necesite sus servicios

—Nunca se sabe, la vida nos puede dar sorpresas , vamos a ver, ¿ usted es feliz ?

—Y eso a que viene ahora?

—Que si usted no es feliz por algo será y a lo mejor yo puedo hacer que su vida cambie por completo.

—No creo ,yo estoy bien como estoy y asunto arreglado , hasta mas ver, responde el hombre mientras sale del ascensor y acelera el paso.

—Vale hombre vale , yo solo quería echarle una mano para ayudarle a ser feliz. Algo me dice que va a necesitar mis servicios. Mi olfato de sabueso nunca falla

A los pocos días suena el teléfono de nuestro detective:

—Al habla Julián el detective mas legal

—Déjese de tonterías, soy yo su vecino el del ascensor, necesito sus servicios, por favor le espero en el sexto puerta B

—Ipso facto estoy ahí

Al llegar pudo ver al vecino con la cara desencajada y sudando:

—Pase , pase he encontrado encima de mi cama un montón de billetes y mi mujer la llamo al móvil y el contestador me dice que ese número no existe

—Déjelo de mi cuenta, yo me ocupo de todo, echaré mano de mis contactos en la policía y le mantendré al tanto de la investigación.

En la oficina del detective una mujer pasea nerviosa mientras observa un montón de billetes encima de la mesa

—¿Cómo entraste aquí , no ves que pueden verte?

—Me diste una copia de tus llaves cuando estuviste en mi cama el otro día, ¿ya no te acuerdas?

—Es que cuando estoy contigo pierdo el sentido , responde Julián mientras rodea con sus brazos la cintura de la mujer

—Que vamos hacer con todo esto , pregunta la mujer señalando los billetes

—De momento los meteré en la caja fuerte y tú quédate aquí no vaya a verte algún vecino , yo tengo que salir.

Pasados unos días suena el teléfono de Julián.

—Allo  , al habla su detective más legal

—Venga inmediatamente estoy en la comisaría detenido, dicen que yo robé el dinero

—No se preocupe yo me encargo , de todas formas debería ir buscándose un abogado, la cosa pinta mal.

—Qué, si yo no robé nada, el dinero apareció en mi casa

—Vamos hombre eso no se lo cree nadie, si quiere llamo a un amigo mío que es abogado.

—Déjelo ya me encargo yo , usted es un negado

Al día siguiente salta la noticia:

Detienen por robo al director de una oficina del banco nacional , la policía gracias a una llamada anónima encontró en su casa una cantidad de dinero de difícil procedencia, se sospecha que su mujer, de momento en paradero desconocido  empleada en dicho banco sea su cómplice y se haya escapado con el resto del botín

A muchos kilómetros de distancia y en una paradisíaca playa del Caribe una mujer y un hombre pasean cogidos de la mano:

—¿Cariño como vamos a sacar el dinero de tú oficina ?

—Poco a poco, y  cuando esté todo en mis manos , tengo pensado montar por todo lo alto  una agencia de detectives, aquí hay mucho turismo.