LA LIMPIADORA Y EL FANTASMA

 Era mi primer día en aquella empresa de limpieza y mi trabajo consistía en vaciar y limpiar una casa que estaba abandonada desde hacía años porque la querían vender . Antes de llegar quise enterarme quienes habían sido sus últimos dueños para saber a que me enfrentaba, y la respuesta que obtuve no fue muy agradable ya que todos ponía cara de sorpresa al saber que la casa estaba en venta . Según se decía por el pueblo su última dueña había dicho que su casa no podía venderse porque el que la comprara se encontraría con su fantasma.

Mi jefe me dio la llave y me dijo que no hiciera caso a lo que se decía por el pueblo sobre el fantasma, que él había estado dentro  y no pasaba nada

Me fui contenta para la casa ya que el trabajo estaba muy bien pagado y ese era el principal aliciente para no hacer caso de las habladurías.

Nada más entrar pude ver que allí había mucho que hacer y sin pensarlo cogí mis herramientas de trabajo y me puse a la tarea.

Llevaba ya un buen rato limpiando cuando me pareció que alguien me llamaba ,deje lo que tenía entre manos ,fui en busca de la voz y me paré delante de una puerta agucé el oído y para mi asombro ésta se abrió sin yo tocarla.

—Entra no tengas miedo no me voy a comer a nadie

La voz procedía de alguien que estaba sentado de espaldas a la puerta lo que impedía que pudiera ver quien era. El miedo me había paralizado las piernas haciendo imposible que avanzara.

—Que haces aquí -me pregunta desde su posición

—Me contrataron para limpiar la casa, al parecer quieren venderla, le respondo con voz entrecortada desde el umbral de la puerta,

—Así que quieren venderla...

—Usted dirá si continúo limpiando , le pregunto

—Tu haz lo que te mandaron , yo haré el resto. No te quedes ahí parada como un pasmarote  venga a limpiar, cuando antes termines tú , antes empiezo yo.

—Y que va hacer

—Eso a ti no te importa, tú a limpiar que lo demás es cosa mía

Salí de allí y la puerta se cerró sola. Continué limpiando durante casi todo el día , y mientras lo hacia no paraba de pensar en lo que había oído ya que visto poco o nada había  sido.

Antes de marchar y viendo lo bien que había hecho mi trabajo decidí hacer una foto de todo para enseñársela a mi jefe así estaría orgulloso y me contrataría para otra vez.

Tenía claro que no le diría lo que me pasó ya que no me creería. Al día siguiente me llama para que me presente en su oficina. Al llegar me dice muy enfadado  ,que había hecho en la casa, que todo estaba igual que antes de sucio y desordenado, que tenía un posible comprador y que así era imposible la venta y que me olvidara de cobrar ya que no había hecho nada. Iba e enseñarle las fotos , para demostrarle lo bien que había hecho mi trabajo y cuando volví a verlas compruebo que mi jefe tenía razón.