AL ATARDECER

Para Inés la estancia en aquel hotelito de la playa estaba siendo muy agradable, a la caída del sol solía bajar a pasear por la orilla del mar para luego entrar  en el chiringuito a tomar una cerveza. 

Aquella tarde buscó una mesa y se dispuso a disfrutar de la puesta de sol. No muy lejos se sentó una pareja de mediana edad que no paraba de besarse todo el rato hasta el punto de resultarle molesta la situación.

Terminó antes de lo previsto la cerveza y regresó a su paseo hasta la hora de la cena. Una vez en el comedor se dio cuenta de que el hombre que estaba en el chiringuito besándose estaba sentado con una señora que parecía ser su esposa en una mesa contigua a la suya y cuando éste se percató de su presencia se levanta, fue hacia ella y en voz baja le dijo:

—Buenas noches, espero que disfrute de la cena, las cosas no son lo que parece¿ de acuerdo?.

Inés sorprendida asiente mientras continúa con su cena.

Atardecer en la playa de Samil (Vigo)  Foto Puri Otero

La víspera de marchase una vez más observa a la pareja pero esta vez en lugar de besarse ,la mujer saca del bolso un paquete de bombones que paulatinamente van comiendo los dos de forma un poco escandalosa, ya que ella los mete uno a uno  en la boca y es el hombre al besarla quien verdaderamente los paladea con gran deleite.

Acabadas las vacaciones un día al leer la prensa observa una noticia  a la que acompaña una foto que le llama la atención:

Encuentran el cuerpo sin vida de un hombre flotando en el mar y  una vez analizado se descarta que muriese ahogado, según la autopsia fue envenenado con cianuro introducido en un bombón de licor ingerido por la víctima ya que se encontraron restos en el cuerpo de ambas cosas.

La policía busca a su esposa ya que el hombre tenía un seguro de vida de la que ella era la única beneficiaria.

Pasado el tiempo dos mujeres viven su amor en una playa del Caribe de forma anónima.