Estaba anocheciendo y en la solitaria parada de autobús una
mujer y un hombre esperan
— M .¿ Sabe si ya pasó el 13 C?
— H . Si
— M . Que rabia, ahora tendré que
esperar media hora hasta el siguiente
— H ¿ Y no le sirve ningún otro número?
— M . Ese es el que me deja más cerca
de mi casa.
— H Yo también lo perdí y ahora toca
esperar
Es una lata esto de depender de un
autobús, mi marido siempre me dice que lleve el coche pero por
economizar no le hago caso y mira ahora llegaré tarde y la cena sin
hacer y los niños tienen que acostarse pronto. Usted pensará que
la haga mi marido y yo siempre le digo que aprenda , pero el se escuda
en que yo soy mas lista para esas cosas. Tendré que llamarlo para
que no se preocupe .Acto seguido coge el teléfono e
informa de la situación.
—Me es indiferente, no me espera
nadie.
Ante esa respuesta la mujer opta por
no seguir la conversación y en silencio continuaron la espera.
Durante un rato los dos permanecieron
absortos en sus pensamientos . Una llamada de teléfono rompe el
silencio y es el hombre quien responde:
—Perdí el autobús y llegaré tarde.
La mujer sorprendida al oír la
conversación pregunta.
— ¿No me dijera que no le esperaba
nadie?
— Quien me espera no le importa si
llego tarde, creo que lo prefiere.
El tiempo fue pasando y la noche se
les hecho encima.
—Si quiere compartimos un taxi y usted llegará a tiempo para hacerle la cena a sus hijos.
—Me parece buena idea.
El hombre busca en su teléfono la
información pertinente y a los pocos minutos los dos suben juntos a un taxi.
—¿ A donde les llevo,? pregunta el
taxista
— Al número 20 de la calle Xilgaro , responde ella .
— Yo vivo en el 50 pero bajaremos juntos, iré dando un paseo, responde él.
Atónitos por la coincidencia sonríen mientras el taxista arranca el vehículo.
— Yo vivo en el 50 pero bajaremos juntos, iré dando un paseo, responde él.
Atónitos por la coincidencia sonríen mientras el taxista arranca el vehículo.
Una vez en el destino se despiden no
sin antes presentarse.
—Me llamo Lucía, ¿ y usted?
—Yo Andrés , encantado – responde
el hombre mientras estrecha la mano que previamente ella le había
ofrecido.
—Si quieres te acompaño hasta tú portal.
—Gracias , se nota que no
tienes interés en llegar a tú casa,
—Ya te lo dije antes.
—Si quieres puede subir a mi casa y te
invito a un café mientras hago la cena de mis hijos, y te presento a
mi marido.
—Acepto encantado , debes de tener una familia maravillosa.
Los dos entran en el portal y suben en
el ascensor ,un vez en el rellano Lucía saca la llave y entra siendo
seguida de cerca por Andrés.
—Cariño ya he llegado, hiciste la
cena de los niños – pregunta mientras va camino de la cocina-
traigo un invitado.
Nadie contesta a su pregunta.
—Deben de estar todos en cama, espera aquí en el salón , voy a despertar a mi marido.
La mujer se aleja y se siente como abre
una puerta y al momento se escucha una voz gritando.
—Pero esto que es !!
Andrés aparece detrás de Lucía y
exclama
—Pero tú que haces aquí!!
Acto seguido salen del edificio Andrés con su mujer , mientras en la casa queda Lucía llorando
abrazada a sus hijos y el marido desnudo sentado en la cama
Pasados los meses vuelven a encontrase
en la parada Andrés y Lucía y los dos deciden perder el autobús y coger un taxi sin
destino conocido.
Cuando una puerta se cierra..., otra se abre
ResponderEliminarBesos
Hola Chaly, no cabe duda que siempre habrá otra puerta que tarde o temprano que se abra.
EliminarGracias por venir y comentar
Besos
Puri
Me alegra ese final, jajaja.
ResponderEliminarUna sorpresa compartida que te ha quedado genial.
Un abrazo Puri y buen fin de semana.
Elda esas risas dicen mucho,me agrada que pasaras un rato divertido leyendo .Como dice la canción " la vida te da sorpresas ... "
EliminarTe agradezco el que vinieras y comentaras.
Un abrazo .
Puri
Un final feliz tras la tragedia de haber ahí un infidelidad descubierta. Porque los finales felices pueden estar tras las puertas que se cerraron, aún con portazo
ResponderEliminarUn abrazo. Me ha gustado mucho este relato
Creo que los protagonistas de mi historia se merecían un final feliz.
EliminarGracias amiga por venir y dejar huella de tu paso.
Un abrazo
Puri
Se ve que Andrés era más consciente de cómo estaba la relación con su mujer que Lucía con su marido. El caso es que mataron dos pájaros de un tiro. A ver qué pasa con los niños.
ResponderEliminarBesos.
Hola Chema, los niños seguro que salen adelante cada mes con uno de sus progenitores, seguro que Lucía vuelve, no nos olvidemos que marcharon en taxi y no creo que fueran muy lejos.
EliminarGracias por acercarte y comentar.
Besos
Puri
Interesante historia de infidelidades y engaños, algo común, por desgracia, en muchas parejas.
ResponderEliminarSospechaba que tus protagonistas debían tener relaciones poco satisfactorias, pero lo que más me ha gustado es la forma de mantener la intriga hasta el final y resolverla con ese estupendo giro. De modo, Puri, que un placer seguir disfrutando de tu creatividad.
Saludos reverenciales desde mi escenario.
Gracias Estrella por mandar a Madame Santal a comentar mi relato.Las infidelidades están a la orden del día en nuestra sociedad, y mis protagonistas las sufrieron en sus propias carnes.
EliminarUn placer recibirte y leer tu comentario.
Un saludo
Puri
Intercambio de parejas ;)
ResponderEliminarBesos Puri.
Hola ALfred, así de sencillo y de inesperado.
EliminarTe agradezco tu paso por aquí y el comentario.
Besos
Puri
Muy bueno, y el toque de la calle Xílgaro, hoy estuve allí!😘
ResponderEliminarHola ,me agrada que te guste,y aunque la calle que lleva ese nombre no la conozco la palabra me resulta muy cantarina, tal y como el jilguero.
EliminarEncantada de recibirte y de leer tu comentario.Gracias
Saludos
Puri
No hay dos sin tres.
ResponderEliminar¡Vaya día!
Andrés, el taxista y Lucía.
Hola Manuel, ese refrán en este caso le viene como anillo al dedo.
EliminarLa rima te ha quedado muy sonora.
Gracias por pasar y comentar.
Un abrazo
Puri
A saber si no tuvieron que hacerse los niños su propia cena.
ResponderEliminarJejeje. Un saludo.
Hola Cayetano, creo que esa noche se fueron sin cenar a la cama, no estaba el horno para bollos jejej.
EliminarAgradecida por tu visita y tu comentario.
Un saludo
Puri
Está claro,... todo es circualr en la vida, así que esa parada de autubús sirve de nuevo como casilla de salida.
ResponderEliminar;)
Hola Toño, la vida es un continuo girar y girar,en cualquier momento la vida puede dar un giro tal y como les sucedió a mis protagonistas.
EliminarAgradezco tu visita y el comentario.
Un abrazo
Puri
Un retraso ha puesto a cada uno en su lugar. No hay mal que por bien no venga. Los engañados han salido finalmente ganando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep, es que la situación les fue propicia para descubrir a los amantes,a veces estamos dirigidos por el destino y en este caso ese destino tomo la forma de un taxi, coincidencias que tiene la vida.
EliminarMuy agradecida por la visita y por tu comentario.
Un abrazo
Puri
Una incognita: ¿Los niños se quedaron sin cena? Sugiero pedir una pizza -mediana- es lo mejor para estos casos.
ResponderEliminarTomar un taxi con destino desconocido, suena bien, aunque yo tomaría un tren que sale más económico.
Mira por donde Andrés y Lucía teníanmás cosas en común aparte de la calle, el mundo es un pañuelo.
Besos, Puri!
Borgo.
Hola Miquel, lo más seguro es que se fueron para la cama sin probar bocado, no estaba el horno para cocer nada.
EliminarLo del taxi vamos a pensar que fueron cerca aún lugar no conocido por los dos jejeje.
Andrés y Lucía a partir de ahora van a tener mas cosas en común, por lo de pronto un viaje en taxi jejeje.
Agradezco la visita y que hayas comentado.
Besos
Puri
Cosas que pasan, dicen. Y todo por confiar en cierta clase de personas...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Ese refrán es el idóneo para mis protagonistas, ahora que el mal trago que pasaron nadie se lo quita de encima.
ResponderEliminarMuy agradecida Julio por la visita y por venir a comentar.
Un abrazo
Puri
Hola Jose, y tanto que pasan,la confianza hay que ganársela y parece que mis protagonistas no estaban muy confiados en sus respectivas parejas,sobre todo Andrés.
ResponderEliminarMuchas gracias por venir y comentar.
Saludos
Puri
A Algún destino "especial", eso seguro, muy muy especial para los dos
ResponderEliminarHola Juan Ramón. y tanto que especial, para empezar, lo que pase luego es otra cosa.
EliminarMe agrada que te hayas parado por aquí y comentaras, vuelve cuando quieras.
Un saludo
Puri
Si es que no hay mal que por bien no venga, ni la pérdida del autobús ni el encuentro inesperado. Pero quién sabe, quizá la felicidad de cada uno de ellos necesitaba de alguna bomba para hacerlos reaccionar. Estupendo relato en el que mi mente negra ya se imaginaba que ese Andrés tuviera unas muy malas intenciones con tanta generosidad. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarHola David, tu mente es negrísima, el pobre Andrés es todo un señor y sin malas intenciones.Lo que diríamos en plan coloquial " un buenazo".
EliminarLa felicidad puede aparecer en cualquier esquina,el caso es dar con la esquina adecuada jejeje.
Muy agradecida por tu paso y tu huella.
Un abrazo
Puri
Un final sorpresa pero , quizás, con un futuro prometedor.
ResponderEliminarCosas inesperadas de la vida...
Un beso.
Hola Amalia, seguro que mis protagonistas ven ese futuro con ilusión, ya que el presente es demoledor.
EliminarGracias por acercarte y comentar.
Besos
Puri
Siempre se coge a los infieles. De qué manera más sorpresiva se descubren unos a otros.Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mamen aquí el que facilitó las cosas fue el perder el autobús, cosas sencillas que pueden cambiar la vida a cualquiera.
EliminarMe agrada que vinieras hasta aquí y comentaras.
Un abrazo
Puri
Hola Puri, como siempre nos sorprendes con tus intrigantes y bonitos relatos, nos tienes en vilo hasta el ultimo renglón:), fíjate lo que es el destino verdad?, igual ahora si encuentran un motivo para llegar pronto a casa los dos:)
ResponderEliminarBesos.
Hola Pilar
ResponderEliminarSeguro que ahora mis protagonista como tu dices llegaran pronto a sus casas.
Te agradezco la visita y que dejaras un comentario.
Besos
Puri