LA CONFESIÓN

Cuando entró por la iglesia se dirigió al confesionario, abrió la puerta y se dispuso a escuchar los pecados de sus feligresas, era su verdadera vocación desde hacía tiempo , pero su otro yo también estaba vivo y cada noche reclamaba salir a liberarse.

Era el mayor de diez hermanos y la penuria económica hizo que cuando tenía 15 años recién cumplidos su padre lo llevó al seminario para que se convirtiera en un siervo de Dios y aunque al principio no lo tenía nada claro con el paso de los años consiguió ver la luz y dedicarse de lleno a aquella labor.

Imagen retocada  

Había sido duro abandonar sus impulsos sexuales durante su juventud, para ello se mortificaba duramente para no caer en las tentaciones de la carne llegando a sufrir verdaderos escarnios en su cuerpo. Aquello fue pasando con el tiempo gracias a su otro yo que le aliviaba cada noche

.

La primera vez que se le puso en pié y reclamó sus derechos fue en aquel motel de carretera al que llegó de forma casual, venía de dar la extremaunción a un alma en pecado y se había quedado sin gasolina y decidió pasar la noche allí. Después de aquella primera vez en el que se vio inmerso en los vicios de la carne la juventud de su cuerpo le pedía repetir de forma asidua.Estaba alejado del pueblo lo suficiente para no ser reconocido por ningún vecino. 

Era un hombre joven y las necesidades lo acuciaban – se decía cada vez que acudía al motel.

Pero aquella noche había sido diferente y la joven que le prestó su cuerpo para satisfacer al suyo, una vez hubo terminado su labor le pidió confesar alegando que había hecho pecar a un siervo de Dios.