Como todas las tardes
entró en el bar y de forma discreta echó una visual sobre los
clientes que poblaban el local y allí estaba él, sentado como
siempre absorto mirando al infinito. Buscó una mesa se sentó,
colocó su bolso en la silla contigua y esperó ser vista por el
camarero.
Por lo poco que podía ver llevaba una camisa blanca y una
corbata de rayas muy finas, todo ello cubierto por una chaqueta
obscura. Un sombrero acorde con su edad descansaba sobre una silla a
su lado.
En su cabeza los pelos se
habían escapado y en su fuga habían ido pendiente abajo hasta
apelotonarse en el borde formando una corona en cuyo interior lucía
un limpio y brillante cuero cabelludo
.
Pensó,que feliz sería
si la invitara algún día y saliera de ese mutismo en el que siempre
está anclado,se sentarían juntos y ella podría verle directamente
a los ojos lo que haría que estos le trasmitieran todo lo que su
boca se negaba a decir.
Ella era una anciana y las cosas del amor no
estaban bien vistas a su edad, pero aún así ,deseaba sentir como
su sexo se humedecía cuando le pidiera un beso a lo que ella
solicita accedería, deslizando sus temblorosos labios sobre los de
él, permitiendo que sus bocas se abrieran a un mundo de sensaciones
ya olvidado.
Mientras ella sueña con
aquel momento en que sus miradas se encuentren, él sorbe el café
casi frío abstraído en sus pensamientos.
Rosas que se marchitan e ilusiones que se lleva el viento, la vida misma.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano, la rosa y las ilusiones de mis protagonistas forman un conjunto perfecto, lo malo es que tanto unas como otras se marchitan si no se llevan se aprovechan.
EliminarGracias por dar una vuelta por aquí y dejar tu comentario.
Un saludo
Puri
Sin acordarme de la primera parte, estaba pensando que quizá él estuviera pensando lo mismo. Dichosas timideces y estúpidas costumbres arraigadas.
ResponderEliminarBesos.
Hola Chema,lo que comentas es cierto, los dos estaban pensando lo mismo, pero no se atrevían a dar el paso, puede que por convencionalismos o por como tu dices por timidez.
EliminarMe alegra saber que pasas por aquí y de paso dejas tu comentario. Gracias
Besos
Puri
El rojo vuelve a ser protagonista.
ResponderEliminarEn esta ocasión, la rosa roja que descansa sobre la mesa solitaria.
Saludos desde la butaca roja.
¡Buen finde!
Hola Manuel,el rojo protagonista y representante de pasiones y butacones. Mis protagonistas reposaban sobre sillas pero llevaban la pasión oculta en sus corazones.
EliminarMuchas gracias por venir de paseo por aquí y abandonar tu butaca roja.
Un saludo
Puri
La rosa roja, todo un simbolo de lo que pudo ser y no fue.
ResponderEliminarBesos Puri!
Alfred, eso justamente lo que indica esa flor, la pasión oculta,pero claro ahora ya es tarde para uno de ellos.
EliminarGracias Alfred por tu visita y por tu comentario.
Besos
Puri
Existen tantísimas opciones de el porque él se hace el opa.
ResponderEliminarChaly, el o ella no sabemos cual de los dos falta a la cita de todas las tardes.
EliminarGracias por venir a comentar.
Saludos
Puri
Todo es posible, amiga... Yo quiere tener esperanza... Esperanza en un final feliz...
ResponderEliminarUn abrazo
Ildefonso el final por lo que se ve no es el esperado por ellos, los dos esperaban el uno por el otro y al final la rosa se marchitará porque nadie la viene a recoger. Uno de ellos ya dio el paso pero tarde.
EliminarMe alegra recibir tu visita así como tu comentario. Gracias.
Puri
¡Pero qué bonitos los dos capítulos! ¡cómo me han gustado! y es que se puede amar a cualquier edad, no importan los años, lo que importa es el corazón, y... ¿sabes que me ha dado pena ese final? pero así es la vida, amiga DULCINEA, hoy estamos aquí, y mañana... no se sabe, por eso no hay que perder cada instante y se debe hacer lo que el corazón dicta a cada momento.
ResponderEliminarUn placer leerte, preciosa.
Un beso enorme.
Hola Maria, el amor siempre es bien recibido a cualquier edad, pero en el caso de mis protagonistas tardaron mucho tiempo en dar el paso, la edad los hizo ser demasiado prudentes y al final uno de ellos no pudo acudir como todas las tardes. Como prueba de ese amor la rosa se marchitará ya que nadie la pondrá en agua. Estoy de acuerdo en que hay que aprovechar cada momento sin desperdiciar ninguna oportunidad y seguir los dictados del corazón
EliminarGracias por venir a pasear entre mis letras, así como a dejar tu comentario.
Un beso
Puri
Los años no significan nada para el amor.
ResponderEliminarLa rosa roja esperando me hace presentir un final no muy feliz.
Bello relato.
Un beso.
Amalia el amor es factible a cualquier edad de eso no hay duda, pero en el caso se mis protagonistas lo pensaron demasiado, seguro que les pesaban los prejuicios sociales y el que dirán. Esa roja solitaria es el símbolo de un final como tu dices no muy feliz.
EliminarEncantada de recibir tu comentario Amalia. Gracias por venir de visita.
Besos
Puri
El amor no tiene edad, siemplemente se transforma su modo de mirarlo. Y, muy impornate, no dejarse llevar por las imposiciones sociales. Al diablo los demás cuando se trata de amar.
ResponderEliminarUn beso
Carmen, es cierto que el amor se transforma con el paso de los años,las imposiciones sociales son difíciles de dejar a un lado,y en este caso se lo pensaron tanto que al final sucedió lo que ninguno de ellos esperaba.La rosa llegó demasiado tarde, ahora se marchitará como el corazón de uno de ellos.
EliminarMuchas gracias por dar una vuelta por aquí y comentar.
Besos
Puri
Pero que luces y sombras tiene esa cafetería. Se produce un bucle entre los parroquianos/as, ella mira a él, él a otra, mientras ella es a su vez observada por otro. Como se apague la luz, se producirá una orgía.
ResponderEliminarLa historia se marchitará como esa rosa roja, una pena.
Me gustas más optimista, Puri
Epi, los dos se observan desde la distancia y cada uno de ellos piensa en el otro pero sin dar el paso de decir sus pensamientos,luces y sombras como dice la canción, sombras nada mas que eso sombras,que ocultan sus pensamientos.
EliminarLa rosa se marchitará como el corazón de uno de ellos.
Me alegra un montón recibir tu visita igual que tu comentario. Gracias.
La próxima vez seré más optimista y un poquito erótica.
Besos señor letrado.
Puri
Julio David, que honor el mío que esta historia te recuerde a Miguel Arteche, acabo de buscar ese poema y algo de hay de fondo que subyace como un amor perdido por tanto esperar en ambos casos.
ResponderEliminarMuchas gracias Julio David por venir de paseo por mis letras y dejar tu comentario.Me alegra recibir tu visita.
Saludos Julio David
Puri
Nunca es tarde si la dicha es buena, se suele decir, pero aquí en tu bella historia me parece que la dicha no es muy agradable, porque uno no volverá.
ResponderEliminarPrecioso Puri, y triste final aunque me gusta mucho porque no todas las historias son... y comieron perdices.
Besos.
Elda el refrán en este caso no tiene cabida, como tu misma dices uno de mis protagonistas no acudió y en su lugar una rosa roja llora su ausencia.Las decisiones tardías a veces no llegan a realizarse.
ResponderEliminarGracias Elda por venir por aquí a comentar, me alegra recibir tu visita.
Besos
Puri
Por lo menos acudió una rosa, solitaria, como el personaje de este emotivo cuento. El momento me ha recordado una vieja canción con un título apropiado: "Tears in my Coffee" de Carly Simon.
ResponderEliminarYo no soy de decisiones tardías, soy más bien impulsivo con lo bueno y malo que tiene.
Besos!
Borgo.
Hola Miquel, seguro que uno de mis protagonistas derramó lágrimas en su café tal y como canta la canción de Carly Simon , las decisiones a veces tardan demasiado tiempo en llevarse a cabo y en este cuento así se refleja.
EliminarEl ser impulsivo tiene sus ventajas así sales de dudas rápido. Yo con los años me di cuenta que esperar no sirve para nada y como se suele decir" a lo hecho pecho".
Muchas gracias por tu visita y por tu comentario.
Besos
Puri
Me ha encantado tu blog! Me quedo. Espero te guste el mío. Saludos
ResponderEliminarMe alegra recibir tu visita, y saber que te gusta mi blog.
EliminarVuelve cuando quieras, la entrada es gratis y siempre está abierto.
Saludos
Puri
Y pensar que tantas personas se van sin conocer una caricia, sin saber del fuego de ese cohete que asciende para estallar en cascada de chispas. Sabe Dios si lo habrán siquiera imaginado. Por lo menos tu protagonista, sí.
ResponderEliminarAna tienes razón cuanta gente no recibe caricias de verdad, de esas que hacen estremecer todo el cuerpo. En esos casos le queda la imaginación que es lo que le ocurre a mis dos protagonistas.
EliminarMe alegra recibir tu visita y así como tu comentario. Gracias.
Saludos
Puri
Yo te mando la caricia de mi lectura y el agradecimiento por tu compañía, esto todo dentro de un ramo de besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras Tiguaz, son preciosas,me alegra y mucho recibirlas y saber que pasas por aquí.
ResponderEliminarBesos con aires de verano.
Puri